La vida podrá ser un camino recto, sinuoso, montañoso, plano… pero me aseguraré que sea mío. Un lugar donde el único Capitán seré yo, sin que nadie me diga qué o cómo hacer las cosas. Podré escuchar consejos y quizá, solo quizá, los haré míos y los llevaré a cabo a mi modo. Muchas veces han dudado de mí, pero lo que es peor, he dudado de mí, pero hasta que no me di cuenta que yo soy el único que sabe qué y quién soy y a dónde voy, supe que tenía mil oportunidades frente a mí. Me ha costado entenderlo a la perfección… Me he topado con cientos de personas a lo largo de mi vida. Unas que aún siguen conmigo acompañándome en el tren de la vida, otras que decidieron bajarse en alguna estación con la promesa de vernos más tarde, algunas más que me echaron de su asiento y varias más que, con el dolor de mi alma, eché del tren estando en movimiento. Hay cosas que aunque me lleve toda una noche tratando de explicarlas, jamás podrán entenderla, pues no están dentro de mi cabeza y no ve