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Noches de julio

La vida podrá ser un camino recto, sinuoso, montañoso, plano… pero me aseguraré que sea mío. Un lugar donde el único Capitán seré yo, sin que nadie me diga qué o cómo hacer las cosas. Podré escuchar consejos y quizá, solo quizá, los haré míos y los llevaré a cabo a mi modo.
Muchas veces han dudado de mí, pero lo que es peor, he dudado de mí, pero hasta que no me di cuenta que yo soy el único que sabe qué y quién soy y a dónde voy, supe que tenía mil oportunidades frente a mí. Me ha costado entenderlo a la perfección…
Me he topado con cientos de personas a lo largo de mi vida. Unas que aún siguen conmigo acompañándome en el tren de la vida, otras que decidieron bajarse en alguna estación con la promesa de vernos más tarde, algunas más que me echaron de su asiento y varias más que, con el dolor de mi alma, eché del tren estando en movimiento.
Hay cosas que aunque me lleve toda una noche tratando de explicarlas, jamás podrán entenderla, pues no están dentro de mi cabeza y no ven las cosas como yo las veo, pero lo que sí es un hecho, es que todos los días, al amanecer, un abanico de posibilidades se abren ante mis ojos, y que, lo único que queda, es disfrutar del momento. Vivir en gerundio, ya lo decía David Martínez.
“¡La vida no tiene sentido!” o “Bah, la vida no tiene sentido…”, todo depende desde cómo lo veas. ¿Se han dado cuenta que cuando camino lo hago con las manos en los bolsillos? Lo hago así porque siempre recuerdo qué tengo ahora en los bolsillos que antes no, he ido aprendiendo a valorarlo.
Ya lo decía Julián Mantle, sin dolor no hay cambio. Reír cuando pueda y llorar cuando lo necesite ha sido uno de mis lemas preferidos. Buscar Paz, una de mis metas. Quizá no sea lo más ambicioso, pero es lo mejor, créeme. Vale más una noche placentera, reparadora y llena de descanso que mil noches en vela, en una casa valuada en dos, tres o diez millones.
Procuraré cuidar de los míos, de mi familia y de mis amigos, de aquellos que estuvieron cuando nadie creía en mí, de aquellos que me tendieron su mano cuando no la merecía. Procuraré cuidarme de aquellos que quieran verme caer, sobre todo de aquellos que sean doble cara. Lo sé, es complicado cuidarme de esa gente, pero sé que mi intuición, mis deciciones y mis hechos, que son los que me han traido hasta aquí, seguirán bendiciendo mi camino.
Duele admitirlo, pero mendigué amor más de una vez para no sentirme ni estar solo, para tener alguien donde apoyar mi cabeza en mis noches de luto, en mis tardes grises y mis mañanas secas, pero duele más saber que, por ello, me abandoné, me dejé guardado en el armario…
Pero la vida así va, mi vida así va, y gracias a todo lo experimentado, he aprendido cosas que jamás lo hubiera hecho si no hubiera pasado lo que pasé, ¿Me explico? Aunque a veces ni yo me entiendo. Pero lo que sí voy entendiendo es que prefiero gustarme primero y gustarte después. Disfrutar la soledad, amarla, vivirla y aprender de ella, es el lugar donde más conexión con uno mismo se tiene….
Y luego de todo, ¿qué pasa después? Vivir, vivir amigo, quizá y en el camino encuentres a alguien con quien compartir el viaje.

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