En los últimos días del año pasado, en charlas con una de las amistades más chingonas que hice en los últimos años, nos hicimos la promesa de que, con la ayuda de Dios, este año “la íbamos a romper”, que sería un año bien chingón, y que todo lo amargo que pasamos en el 2018, en éste se nos iba a devolver en forma de bendiciones… ¿Y saben algo? ¡Estoy agradecido con Dios y la vida porque así ha sido!
Estoy en un empleo donde día con día practico para ser mejor, y lo disfruto al máximo, pues es algo para lo que estudie y me gusta. Allí estoy haciendo nuevas y chingonas amistades, aprendo en todo momento algo nuevo, y sobretodo, me siento satisfecho.
Pese a no ser una persona que salga mucho, ni que asista a fiestas o baile o haga cosas de esas, este año me dí la oportunidad de hacerlo y conocer nuevos lugares, tener nuevas experiencias, nuevas amistades y disfrutar de mi juventud, pero sobretodo, de mi vida.
Recientemente una amiga mía me comentó: Te he visto en las fotos que la Estación ha posteado, ¿Y sabes algo? ¡Ya te veo feliz! Y es que es así, ¡Lo estoy! 🙌🏼
Si por cada decepción, caída y por cada golpe de la vida, que me llevé el año pasado, una llaga se formara en mi cuerpo, estaría en terapia intensiva en alguna sala del mejor hospital, a una más de quedar desahuciado. Así.
Les confieso que estuve, más de una vez, a punto de rendirme, de no querer despertar, de dormir toda la vida, de decir: Ya no puedo más.
Pero sé que Dios tiene algo chingón preparado para mí, y supo ponerme a las personas correctas en los momentos cruciales de mi vida.
Cada derrota, cada decepción, cada caída, me han ayudado a reflexionar, a aprender lo que tenga que aprender, y a ver que, gracias a Dios, tengo una nueva oportunidad para hacer las cosas de la mejor manera cada mañana.
Me siento bendecido por la familia que tengo, y que sé que siempre estarán ahí para mí; estoy agradecido por las amistades que conservo, que recuperé y que voy haciendo a lo largo del camino; estoy contento por todo lo bueno que me ha pasado este año, y sobretodo, estoy tranquilo por toda la experiencia que con lo malo voy adquiriendo, en cada paso que doy.
Les agradezco a todos y cada uno de ustedes por tomarse un tiempo para leer esto que escribo esta noche y cierro este mes mágico, y sobretodo por las felicitaciones que me dieron, de verdad, ¡Muchísimas gracias!
Siento que, después de todo el hecatombe vivido, estoy tomando mi segundo respiro. ¡Me estoy sintiendo más vivo que nunca!
Hace un año posteé: Denme tiempo, volveré a ser yo, y gracias a los recuerdos que facebook nos proporciona, lo pude ver y notar todo lo vivido y saber que poco a poco, estoy volviendo una vez más, a mi centro.
Y es algo curioso, al menos para mí, que en el tiempo que estoy volviendo a mi centro, a conectar con mi yo, mi artista favorito saque su disco, lo llame nuclear, y que la portada sea el centro de todo: El corazón.
Amigos míos, cosas chingonsísimas seguirán llegando estos meses y este año. ¡Lo sé, lo siento! 🌟
Ya tengo 24 años, pero siempre lo digo, me siento de menos jajaja. ¡A romperla y a darle con todo! Porque dicen por ahí que, una vez llegando a los 25, la vida se va en un abrir y cerrar de ojos.
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